39 años después de la muerte del Militar, político y 3 veces ex presidente Juan Domingo Perón; la vida o la realidad se encarga de hacer lo que hace con todos estos ídolos-monstruos (según el lado del que se lo mire); lo banaliza y lo convierte en una camiseta, una estampita o un icono vacío de valor y contenido.
Perón Perón es un restaurante ambientado para el debate político e ideológico (para los Peronistas) o temático (para los NO Peronistas) que se ubica, paradójicamente, en el limite entre Palermo y Pacifico; zona
gorila y
oligárquica si las hay.
En este lugar se hace una mezcla explosiva donde los Peronistas (Kirchneristas, Menemistas, Duhaldistas, del verdadero Perón, de la Campora, de la JP, etc, etc) debaten sobre la verdad del Peronismo, en la cual todos tienen razón, aunque hablen de cosas distintas donde lo único que los une es la palabra Perón. Para los foráneos a este movimiento, es un viaje en el tiempo a disfrutar de la cultura del Pocho y mucho más.
El único común denominador en todos los concurrentes; sean o no Peronistas, Argentinos o extranjeros, es la comida. Cosa seria, creanme.
Con una carta de vinos en plena evolución y que se aboca a los tintos y blancos de precios accesibles y de buen tomar, este lugar permite, además, el descorche, por lo que es un paraíso para los amantes de la bebida nacional. Sea con una etiqueta de la casa, o con la favorita del comensal, la comida siempre va a estar bien acompañada.
Claro que la real estrella de las bebidas es la cerveza artesanal que @elperonperon hace.
Evita es la rubia Peronista
Montonera es la roja revolucionaria, por lejos la que más me gusto.
17 de Octubre es la famosa Negra Peronista
Doble K es la extra fuerte que cierra la lista.
De característica amarga y potente, haciendo honor al estilo Alemán, esta es LA opción para los amantes de la cebada.
Pero como la cerveza no es mi locura, llegue con mi propio cargamento de tintos para descubrir y disfrutar de la cocina de
Gonzalo Alderete Pages, o @zooedipo; un autodidacta que se convirtió en un
cocinero (no chef, ya supero ese escalón) que va marcando con su comida a los que se animan a probar sus platos nacionales y populares, pero de la más alta cocina.
Mientras el show de música Flamenca estaba en el escenario (como todos los martes), se descorcho un malbec de la bodega
Catena Zapata. Un
DV Catena Nicasia del 2005; para mí, en mi humilde gusto y paladar, el mejor vino que este bendito país tiene. Lejos, muy pero muy lejos, el vino que más me gusta. "El mejor vino del mundo mundial"
Con semejante punto de partida me dedique a ajusticiar las empanadas de carne cortada a cuchillo y las de osobuco braseado, fritas en aceite de maíz que son una verdadera gloria. Sea como entrada o para comerlas como plato fuerte, estas empanadas son la Argentinidad en estado puro. El único secreto a la hora de comerlas, es el morder y chupar al mismo tiempo, porque están tan bien hechas que ademas de sabrosas son jugosas.
Pasada la locura culinaria de las empanadas Salteñas, llego el momento de descorchar la segunda botella. De la bodega
Aleanna llego un Gran Enemigo. Este alucinante Blend que nace de la mano del gran Alejandro Vigil @alevigilmalbec, y que afirma y reconfirma en mí, que los vinos Argentinos están varios escalones por sobre los demás y que la relación precio calidad es inigualable, fue la compañía perfecta para lo que vino después.
Una seguidilla de platos bien tradicionales, de extraordinaria factura y grandes porciones.
Empezamos con una Polenta con Osobuco que era espectacular, se cortaba con la cuchara y me llevo, en viaje directo, a recordar el Osobuco que cocinaba mi Papá. Creo que, ademas de la calidad de la cocina que logra Gonzalo Alderete Pages, hay que destacar que cocina
como se hacia antiguamente en nuestras casas; realmente hace comida cacera con pasión y entrega.
El pastel de papa es otro de los puntos altos. Imperdible y más que recomendable, pero si se pretende pedir postre (nadie se puede ir de Perón Perón sin comer un postre), lo aconsejable es ir sin haber almorzado; lo digo de verdad.
El pollo a la cazadora me impresiono, aunque la Bondiola se llevo los aplausos de la mesa; en su punto exacto y de una altura digna de la guía Michelin.
También debo hacer una recomendación por partida doble: A aquellos que vengan en pos de una tradicional carne Argentina; las entrañas son muy buenas. Este mágico corte nacional, siempre sale en su punto justo y con calidad superlativa. O las lentejas que tienen la capacidad de enamorar a cualquiera que este dispuesto a entregarse a sus encantos.
Como no se podía bajar los brazos, ya que los postres se acercaban, fue necesario el tercer y ultimo descorche.
Un Val de Flores 2006 de Michel Rolland que simplemente le recuerda al mundo porque el Malbec Argentino es el mejor.
Debo admitir que este vino se potencio con los postres.
El flan mixto (crema y dulce de leche a los lados) es el mejor que he probado en mi vida. Los panqueques Cobos (el chiste del nombre solo puede ser disfrutado por los Argentinos) son geniales y la mouse de chocolate es la perdición del alma.
Mi padre me habría desheredado de verme sentado en este restaurante y a mi Madre prefiero no contarle para tenerla muchos años mas a mi lado, pero
Perón Perón conquisto mi estomago y me enamoró la idea culinaria que transmite; el rescatar la cocina de los Argentinos y el volver a dar el valor que la comida de nuestras abuelas realmente se merece.
Es raro hoy en día encontrar alguien que te ofrezca comida real, comida que vos le cocinarías a un amigo que te viene a visitar a tu casa.
Gonzalo ciertamente lo ha logrado y, de manera extraordinaria, creó una magia gastronómica donde la política queda como una anécdota. No es poca cosa en la Argentina y mucho menos en un lugar como Perón Perón.
|
Como
dijo el general: en Argentina hay 30% radicales, 30 % conservadores ,
10 % liberales, 10% de izquierda, 10 % independientes. Le preguntan ,
pero y peronistas? , no, peronistas son todos!!! , responde... |
Dios Toma Malbec
Juan
mayou (@juanmayou)