lunes, 29 de junio de 2015

Teho, la bodega alta gama que se supera en cada etiqueta


Cuando Alejandro Sejanovich (@colosejanovich) y Jeff Mausbach (@jeffmausbach) comenzaron sus proyectos independientes en el mundo del vino, demostraron haber separado y delineado muy bien sus ideas sobre estilos y consumidores.
Anko, Manos Negras, Tinto Negro y Teho son las bodegas que estos Agrónomos – enólogos - comercializadores han desarrollado para cubrir todas las gamas en vinos.
Teho es una Bodega que produce vinos de alta gama con un estilo artesanal, de autor. Con solo dos etiquetas Zaha y Teho, estas verdaderas maravillas se han ido ganando un merecido mercado a fuerza del boca a boca. Sabido es que los vinos “caros” son difíciles de vender, imponer, comprar o arriesgarse a probar; se suele necesitar la espalda de una gran bodega con millones en publicidad y promociones para hacerlo, pero este no es el caso.
Zaha Malbec es un vino extraordinario, maduro, con un ataque al paladar fuerte pero absolutamente equilibrado. Un vino para tomar de a litros.
El Zaha Cabernet Franc es uno de mis favoritos en su cepa (son varios y variados, pero realmente me encanta este CF) Una bomba que es una fiesta para los sentidos; tanto que ya es difícil de conseguir.
Hace poco salió al mercado el Zaha Blend. Cómprenlo, pruébenlo, enamórense y acaparen 100 cajas, porque este tinto es la verdadera joya de esta trilogía. Un VINAZO con todas las letras. La muestra de que el “colo” Sejanovich esta empecinado en llevar el techo de nuestra bebida nacional lo más alto posible. Un formula uno que tiene todo, nariz, cuerpo, volumen y todos los adjetivos grandilocuentes que, para los amantes de los vinos contundentes como yo, nos lleva a la gloria. 
Paradójicamente para fanáticos del vino varietal, la calidad de nuestros Blend sigue poniendo en duda (a mí al menos) si dar tanto valor a la cepa no atenta y priva al mundo del virtuosismo que tienen nuestros “assemblage”. Que quede claro, jamás pediría dejar de lado los varietales, estamos en un momento sublime y en lo particular moriría sin el Malbec, pero no nos vendría mal seguir insistiendo con nuestros Blend.
Teho es, en mi simple modo de entender, el Zaha domado y refinado. Más redondo, equilibrado, elegante y sutil (si cabe el definición)
Su Malbec es un exponente muy elegante de nuestra cepa insignia. Tiene todo, no destaca nada, todo convive. Fácil de tomar y entender.
El Teho nuevo, el Blend, es otra bomba que DEBE ser probado al menos una vez en la vida. Un vino elegante y potente que va de la mano con el placer.
Los “nuevos” vinos Argentinos siguen superándose a si mismo y marcando un estilo que ya tiene una impronta mundial. Hemos dejado atrás la simple fama de "los vinos buenos y baratos", ahora hay más, mucho más para ofrecer y en todas las gamas de precios. Este proyecto, de modo integral, es la muestra de ello.
Salud

Dios Toma Malbec
Juan Mayou (@juanmayou)

viernes, 26 de junio de 2015

Bodegas, Terroir y enólogos Rockstars


Parece que se ha puesto de moda la discusión sobre qué es lo más importante, o no, dentro de la industria vitivinícola, llegando al ridículo punto de ya no hablar del vino.
Gracias a Dios y a la profesionalización de nuestra bebida nacional, el terroir ha tomado una importancia tal que hasta los consumidores ya hablan de eso. Por suerte se está trabajando en la denominación de origen y en la delimitación de las áreas productivas para que podamos tener una real idea del vino que queremos comprar y tomar.
Como pasa en gran parte del mundo, con la denominación de origen vamos a tener la posibilidad de tomar un Malbec y elegir “que tipo” de Malbec comprar.
Un claro ejemplo de Terroir lo encontramos en los vinos de la bodega Casarena (por nombrar uno que a mi me parece directo), que produce el JAMILLA´S SINGLE VINEYARD – PERDRIEL o el LAUREN´S SINGLE VINEYARD – AGRELO; dos Malbec producidos por la misma bodega, con la misma cepa, por el mismo enólogo (Bernardo Bossi Bonilla), separados por unos pocos kilómetros y son dos vinos con diferencias marcadas; dos bestias, pero diferentes. 
Un ejemplo más violento serian los Chardonnay que Alejandro Vigil hace en Catena Zapata; el WHITE BONES y el WHITE STONES, están diferenciados simplemente por la parte del terreno en la que están las plantas y dan dos vinos espectaculares pero totalmente diferentes.
Por otro lado, tenemos a las bodegas. Dueñas del las etiquetas, los nombres, la comercialización, el desarrollo y el capital. Factor fundamental en esta cadena, ya que sin ellas, sus investigaciones y sus inversiones nada seria posible.
Pero también tenemos los enólogos, los Winemakers o vinicultores, desconocidos hasta hace pocos años atrás por el 99,99% de los consumidores argentinos y que ahora han tomado una relevancia poco común, al punto en el que muchos especialistas critican su posición de Rockstars. 
Posición dada por la gente, en todo caso.
Está claro que no es bueno creer en la cuestión individualista, formar dioses o Rockstars como les gusta decir a los críticos. Pero tampoco esta bueno el no ver lo que realmente pasa.
El Terroir es realmente importante, no descubro nada al decirlo y basta hablar con cualquier enólogo o ingeniero agrónomo para escucharlo hasta el hartazgo. Pero la realidad es que cuando esto empieza, las plantas NO están en el Terroir. En Mendoza o cualquier otro lado de la Argentina NO había vides. La realidad es que un vinicultor decidió plantar en ese lugar (ahí vamos a darles la derecha a los Agronomos que no solo están bajo la sombra de las bodegas, también de los enólogos), decidió que cepa trabajar, como podar, cuando cosechar y el tipo de elaboración para ese hermoso caldo que después nos llega para hacernos tan felices que hasta la hicimos nuestra bebida nacional por sobre el mate.
Con respecto a las bodegas, ya enumere sus bondades, méritos y no podemos negar que esta generación de niños genios en parte es por su apuesta e inversión, pero nunca perdamos de vista que las empresas podrán tomar decisiones, pero son los hombres los que hacen los logros.
Yo no pretendo que endiosemos o que nos convirtamos en groupies de nadie; yo solo digo que debemos respetar y admirar de sobremanera a muchas personas, enólogos, agrónomos o vinicultores que han cambiado al vino Argentino a niveles tan extraordinarios que hoy somos respetados y valorados en TODO el mundo, incluso en contra de nosotros mismos y de muchas políticas internas y externas.
Estamos ante un momento de extraordinario nivel profesional que si no lo sabemos valorar, apoyar e incentivar vamos a terminar destruyéndolo como tantas cosas que hemos dejado atrás en nuestra historia. Dejemos de estar condenados al éxito para empezar a vivir el éxito y para eso necesitamos reconocer el valor e importancia que muchos nombres propios tienen en este momento. Pero siendo consientes de que en equipo es más fácil y rápido. 


Dios Toma Malbec
Juan Mayou (@juanmayou)