El vino
no es una moda, es parte de nuestra cultura, de nuestra esencia nacional y
aunque es conocido nuestro nivel de consumo (bastante menos de lo que nos
merecemos) la inflación mucho no ayuda. El permanente reacomodo de precios, por
decirlo de una manera elegante, atenta contra nuestra sed etílica y es por eso
que, hoy más que nunca, necesitamos salir a buscar entre las etiquetas los
mejores “relación precio calidad”
Claro
que podemos encontrar bastantes buenos vinos para disfrutar por un costo
razonable, pero no es normal el encontrar una bodega que cumpla nuestros sueños
en todas sus gamas.
Montequieto
es una bodega Mendocina de Agrelo que hace apenas 15 años nos acompaña y aún
así reúne todas las condiciones del bueno bonito barato.
Su gama
de entrada es el Quieto3 que cuenta con un Malbec ligero, frutado y fresco que
acompaña cualquier cosa que le pongas delante. Un vino ágil y directo para ir
entendiendo a nuestra cepa de oro o para descorchar con amigos de forma
violenta porque da mucho y cuesta poco.
El otro
Quieto3 es un Cabernet Franc ESPECTACULAR, de los mejores relación precio
calidad que probé en los últimos tiempos. Maravilloso por donde se lo mire,
este vino da tipicidad, carácter, cuerpo y elegancia. Un infalible que enamora
hasta a los detractores del tinto o la cepa. Es de esos vinos que bien vale la pena tener varias
cajas para el cotidiano o los asados masivos donde no se quiere gastar una
fortuna pero nos merecemos tomar bien.
Por lo
que fui probando de esta bodega (conseguí por ahí algunos tintos del 2005)
puedo decir que el paso del tiempo le va de maravilla, por lo cual no tengan miedo de
esconder algunas de estas botellas para re enamorarse en unos años.
Un
escalón más arriba esta el Quieto. Un blend a base de Malbec y Cabernet Franc
que la rompe. Da a corazón abierto y pide poco. Mucha potencia aromática y
fruta madura con estructura y cuerpo medio. Un vino que me gusta decantar
porque le cuesta un poco abrirse, pero que cuando lo hace es un verdadero golazo.
Si lo comparamos con sus pares, es un fantástico negocio (en costo) pero no lo
repitamos mucho para que no le aumenten el precio mañana.
Por
ultimo y en el podio, mi vino fetiche. El hoy llamado Family Selection y hasta
el 2008 Quieto Reserva es de mis favoritos. Gordito, goloso, con cuerpo,
elegante y aterciopelado, este Blend es la gloria misma que sorprende y
cautiva. Es de esos vinos que te hacen temblar por dentro como si la mujer que
te vuelve loco se te acercara para hablar.
Es el
claro exponente de que no es necesario ser un gigante de la vitivinicultura
para hacer vinos geniales con el agregado de poder brindar precios competitivos.
Ciertamente
esta será la primera bodega a la que llamare si algún día decido dedicarme
laboralmente al vino.
No son para
nada fácil de encontrar estas etiquetas en las góndolas. El hecho de que los
dólares foráneos se llevan siempre lo mejor y agregando el terrible
problema que la distribución representa
en nuestra bendita Argentina hace que el disfrutar estas pequeñas maravillas sea un
desafío; por eso recomiendo hacer pedido directo a la bodega para recibir las
cajas en casa y simplemente emborracharse como Dios manda, con vino Argentino y
del bueno.
Porque al final de cuentas Dios no solo toma Malbec, toma vino Argentino
Juan Mayou (@juanmayou)