El vino y la pasión tienen una relación directa ineludible.
Seria simple y divertido hacer una analogía con el fútbol, pero no muy real. Uno nace hincha de un club y se muere hincha de ese color. Se puede cambiar de esposa, hijos, religión o ideas, pero del equipo de fútbol no se cambia nunca y el que lo hace, es la escoria mas repulsiva de la sociedad reinante.
El vino es una pasión muchísimo más compleja, más inexplicable y pura, si me permiten el sacrilegio futbolero. Nuestra bebida nacional es lo más parecido al amor que nuestro cuerpo, intelecto o espíritu pueda vivir.
Un vino es como una mujer u hombre, sobre gustos no hay nada escrito y no soy quien para juzgar; nos gusta, apasiona, enamora, satisface y completa, pero también evoluciona. No todos son para toda la vida y no todos son para serles fiel. Hay vinos que nos acompañan durante un trayecto de nuestra existencia y luego caen en el olvido. Hay estilos de vino que nos llenan y enseñan en el comienzo o nos aguantan en los malos momentos y otros que solo los tomamos para variar un poco.
Alguien me dijo una vez que lo más importante en este mundo etílico era el encontrar el estilo qué hace feliz a tu paladar y, simplemente, dejarse llevar por esa autopista sin retorno. Yo, con sus matices y permitidos, creo haberlo descubierto y dentro de ese estilo encontré a "mi" reina.
Muchos años atrás, mientras investigaba en los fondos de las copas la esencia de la felicidad, me cruce con el DV Catena Nicasia; un vino Mendocino de la bodega Catena Zapata e hija indiscutible de su enólogo Alejandro Vigil (@alevigilmalbec) que es producido en La Consulta, San Carlos. Las notas de cata nos van a hablar de los 24 meses de roble francés, su intensa nariz y frutos del bosque con la vainilla del Malbec y sus taninos suaves y equilibrados.
Lindo para los expertos, lejos de los consumidores.
Yo en cambio, encuentro a esa mujer elegante y educada que tiene una magia única para seducirte; con ese perfume que te atonta y envalentona, ese venir majestuoso con su irse inmejorable, esa perfección que te hace feliz y realmente querés estar con ella por el resto de tu vida para tener 78 hijos. Una dama completa, una amante perfecta.
La cosecha 2003 fue la primera que tuve en gracia de descorchar. El segundo puntaje mas alto que le di a un vino nacional. Me mato. Me robo el alma. Salí corriendo y me compré la única caja que quedaba de esa añada y ya que estaba, dos cajas más del 2005. Después mi cava recibió las 2007 (podría decir que está a la altura de la primera botella que probé) y recientemente las 2010.
Sin duda alguna que hay vinos, como mujeres, que nos marcan a fuego en nuestras vidas y en mi caso este a sido uno de ellos. Parte en chiste parte en broma, el Nicasia se ha convertido, para mí, en "el mejor vino del mundo mundial" porque no se necesita ser el más caro o el mejor puntuado para ser el mejor. Simplemente, para serlo, se necesita ser el que más te gusta y eso es lo que este Malbec produce en mí.
Soy consciente que hay vinos superiores, mejores, sublimes; pero este tinto es, básicamente, mi vino de cabecera por excelencia. De hecho, es mi referencia para poner puntos a las etiquetas que compro y pruebo, además de ser mi guía en precio y poder decidir si un vino es caro o no.
El DV Catena Nicasia, junto al Gran Malbec de Ángeles de Juan González (@juanmgonzlez_1) son, para mí, los grandes exponentes del Malbec Argentino (cada uno en su estilo), esa cepa que nos abrió las puertas del mundo y nos dio un nombre en el mercado.
Siempre hay un buen motivo para brindar y hoy decido brindar con un Nicasia 2005; brindo porque acabo de descorchar mi ultima botella de ese año.
Salud
Seria simple y divertido hacer una analogía con el fútbol, pero no muy real. Uno nace hincha de un club y se muere hincha de ese color. Se puede cambiar de esposa, hijos, religión o ideas, pero del equipo de fútbol no se cambia nunca y el que lo hace, es la escoria mas repulsiva de la sociedad reinante.
El vino es una pasión muchísimo más compleja, más inexplicable y pura, si me permiten el sacrilegio futbolero. Nuestra bebida nacional es lo más parecido al amor que nuestro cuerpo, intelecto o espíritu pueda vivir.
Un vino es como una mujer u hombre, sobre gustos no hay nada escrito y no soy quien para juzgar; nos gusta, apasiona, enamora, satisface y completa, pero también evoluciona. No todos son para toda la vida y no todos son para serles fiel. Hay vinos que nos acompañan durante un trayecto de nuestra existencia y luego caen en el olvido. Hay estilos de vino que nos llenan y enseñan en el comienzo o nos aguantan en los malos momentos y otros que solo los tomamos para variar un poco.
Alguien me dijo una vez que lo más importante en este mundo etílico era el encontrar el estilo qué hace feliz a tu paladar y, simplemente, dejarse llevar por esa autopista sin retorno. Yo, con sus matices y permitidos, creo haberlo descubierto y dentro de ese estilo encontré a "mi" reina.
Muchos años atrás, mientras investigaba en los fondos de las copas la esencia de la felicidad, me cruce con el DV Catena Nicasia; un vino Mendocino de la bodega Catena Zapata e hija indiscutible de su enólogo Alejandro Vigil (@alevigilmalbec) que es producido en La Consulta, San Carlos. Las notas de cata nos van a hablar de los 24 meses de roble francés, su intensa nariz y frutos del bosque con la vainilla del Malbec y sus taninos suaves y equilibrados.
Lindo para los expertos, lejos de los consumidores.
Yo en cambio, encuentro a esa mujer elegante y educada que tiene una magia única para seducirte; con ese perfume que te atonta y envalentona, ese venir majestuoso con su irse inmejorable, esa perfección que te hace feliz y realmente querés estar con ella por el resto de tu vida para tener 78 hijos. Una dama completa, una amante perfecta.
La cosecha 2003 fue la primera que tuve en gracia de descorchar. El segundo puntaje mas alto que le di a un vino nacional. Me mato. Me robo el alma. Salí corriendo y me compré la única caja que quedaba de esa añada y ya que estaba, dos cajas más del 2005. Después mi cava recibió las 2007 (podría decir que está a la altura de la primera botella que probé) y recientemente las 2010.
Sin duda alguna que hay vinos, como mujeres, que nos marcan a fuego en nuestras vidas y en mi caso este a sido uno de ellos. Parte en chiste parte en broma, el Nicasia se ha convertido, para mí, en "el mejor vino del mundo mundial" porque no se necesita ser el más caro o el mejor puntuado para ser el mejor. Simplemente, para serlo, se necesita ser el que más te gusta y eso es lo que este Malbec produce en mí.
Soy consciente que hay vinos superiores, mejores, sublimes; pero este tinto es, básicamente, mi vino de cabecera por excelencia. De hecho, es mi referencia para poner puntos a las etiquetas que compro y pruebo, además de ser mi guía en precio y poder decidir si un vino es caro o no.
El DV Catena Nicasia, junto al Gran Malbec de Ángeles de Juan González (@juanmgonzlez_1) son, para mí, los grandes exponentes del Malbec Argentino (cada uno en su estilo), esa cepa que nos abrió las puertas del mundo y nos dio un nombre en el mercado.
Siempre hay un buen motivo para brindar y hoy decido brindar con un Nicasia 2005; brindo porque acabo de descorchar mi ultima botella de ese año.
Salud
Dios Toma Malbec
Juan mayou (@juanmayou)
Juan mayou (@juanmayou)